A pesar de que aún faltan semanas para el comienzo oficial de la primavera, las bajas temperaturas siguen dominando gran parte del país. Aunque es tentador subir la calefacción, un poco de moderación no sólo reduce la factura de la luz, sino que podría ayudarle a perder peso.
Un análisis del University College London señala que los estadounidenses y los británicos han aumentado la temperatura de sus hogares en las últimas décadas, lo que está relacionado con el aumento de la obesidad. Investigadores de los Institutos Nacionales de la Salud decidieron profundizar en esta correlación para examinar cómo afecta la temperatura a la quema de calorías.
Se controló el gasto energético de 15 hombres (con una media de edad de 26 años) y 10 mujeres (con una media de edad de 32 años) mientras alternaban periodos de 12 horas en habitaciones calentadas a 80 o 60 grados. El sorprendente hallazgo: La exposición a temperaturas de 60 grados produjo un aumento del 6% en las calorías quemadas sin cambios significativos en la actividad física. Además, la exposición a temperaturas más bajas también provocó un aumento del 13% en los niveles de ácidos grasos en sangre, lo que indica que se estaban movilizando las reservas de grasa.
En el trabajo está la termogénesis: la conversión de calorías en calor corporal. Una dinámica similar se demostró en un estudio alemán en el que beber 17 onzas de agua aumentó el metabolismo en un 30%, ya que se necesitaba más energía para calentar el agua a la temperatura corporal. Entonces, ¿cómo puede utilizar la temperatura para acelerar sus esfuerzos por perder peso? En interiores, deje que su cuerpo se aclimate a un ambiente más fresco. Al aire libre, haz ejercicio con tiempo fresco sin abrigarte (por ejemplo, pantalones cortos en lugar de sudaderas). Al exponer los brazos y/o las piernas no sólo quemará más calorías, sino que aumentará sus niveles de vitamina D al dejar que su piel se empape de la luz solar (que desencadena la producción de vitamina D).
Una nota de precaución: Si usted es propenso a la hipertensión arterial, la exposición a temperaturas frías podría aumentar su vulnerabilidad a los ataques cardíacos, así que actúe con moderación a la hora de aprovechar los efectos quemacalorías del frío.
Publicado el 1 de marzo de 2011