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LA OBESIDAD AUMENTA EL RIESGO DE AUTISMO

Las madres más pesadas duplican las probabilidades de que sus hijos sufran trastornos del desarrollo

La tasa de autismo en EE.UU. ha aumentado a uno de cada 88, frente a uno de cada 110 unos años antes. El trastorno puede abarcar desde una leve alteración de la conexión social y el comportamiento repetitivo hasta el aislamiento virtual del mundo. Aunque la cura y las causas siguen siendo difíciles de encontrar, las investigaciones apuntan a un factor que sí está bajo nuestro control: la obesidad: La obesidad.

Un estudio publicado en la revista Pediatrics analizó a más de 1.000 niños (dos tercios con autismo, un tercio sin él) de ambos sexos, con edades comprendidas entre los 2 y los 5 años. Cuando los investigadores cotejaron estos perfiles con el historial médico materno, descubrieron que las madres obesas tenían más de un 60% más de probabilidades de tener un hijo con autismo, y más del doble de probabilidades de tener hijos con trastornos del desarrollo, sobre todo del habla. Los autores del estudio subrayan que el riesgo autista puede deberse a muchos factores, como la edad avanzada de los padres, la desnutrición y los partos prematuros. Pero lo que afecta al cuerpo de la madre afecta al sensible cerebro en desarrollo del feto, y las repercusiones metabólicas de la obesidad son múltiples, como el aumento de la inflamación, la presión arterial, el azúcar en sangre y las variaciones hormonales.

La relación entre autismo y obesidad es sólo la última de una serie de investigaciones cada vez más numerosas que demuestran que los embarazos en mejor forma benefician tanto a la madre como al hijo. El sobrepeso o la obesidad, por ejemplo, aumentan el riesgo de diabetes gestacional, preeclampsia, malformaciones congénitas y abortos espontáneos. "Comer por dos" es una cosa, pero si esa dieta durante el embarazo incluye un exceso de alimentos ricos en grasa, las madres pueden alterar el paladar de sus hijos, aumentando su propensión posterior a la comida basura y, por tanto, las probabilidades de que el niño sea obeso más adelante. Por el contrario, comer más productos no sólo ayuda a controlar el peso durante el embarazo, sino que también puede reducir las probabilidades de que una mujer dé a luz a un niño con leucemia. Y según una investigación preliminar del Campus de Investigación de Carolina del Norte, una dieta materna rica en colina podría aumentar la memoria y la función mental de los hijos a lo largo de la vida.

Publicado el 1 de abril de 2014