
La mente sobre la materia
La percepción de las calorías afecta a la ingesta en comidas posteriores
¿Tu mente te ha estado jugando malas pasadas? Bueno, cuando se trata de señales de hambre y porciones de comida, ¡puede ser! Una investigación presentada en septiembre en la conferencia anual de la Sociedad Británica de Psicología sugiere que el grado de saciedad que se cree que tendrá una comida puede afectar a la cantidad que se come más tarde.
Los investigadores dieron de desayunar a 26 participantes en dos ocasiones. En cada ocasión se les dijo que iban a comer una tortilla de dos o cuatro huevos, pero en realidad cada tortilla estaba hecha con tres huevos. Después se midieron la sensación de saciedad, el consumo de comida, el total de calorías diarias y una hormona del hambre llamada grelina.
Los participantes declararon tener mucha más hambre y consumir más calorías en el almuerzo (y a lo largo del día) cuando pensaban que habían desayunado una tortilla de dos huevos. Los niveles de grelina se comportaron igual después de cada desayuno, lo que sugiere que la respuesta física a la comida se vio superada por la memoria percibida del consumo anterior. Es decir, que nuestras expectativas sobre lo llenos que deberíamos sentirnos tras consumir una comida, son un importante factor en la elección de alimentos que hacemos a lo largo del resto del día.
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Publicado el 1 de noviembre de 2017