Un sorprendente estudio muestra que los nadadores superan a los corredores y a los caminantes en cuanto a tasas de mortalidad. Investigadores de la Universidad de Carolina del Sur siguieron a 40.547 hombres de todas las edades durante 32 años para ver cómo su actividad física preferida (o la falta de ella) se alineaba con sus probabilidades de longevidad. No sólo los nadadores habituales tenían un 53% menos de probabilidades de morir por cualquier causa que los adictos al sofá, sino que también tenían un 50% menos de probabilidades de morir que los caminantes y un 49% menos que los corredores.
¿Por qué? Investigaciones anteriores sugieren que la natación fortalece el corazón y los pulmones, lo que conduce a niveles más altos de aptitud cardiorrespiratoria. Los nadadores también son menos propensos a sufrir lesiones deportivas o dolores articulares. Otra hipótesis: Los nadadores podrían disfrutar de los beneficios para la salud de una mayor cantidad de vitamina D, gracias a una mayor exposición al sol.
La mejor opción es incluir tanta variedad como sea posible en su programa de ejercicios: natación, ciclismo, yoga, surf, correr, entrenamiento de fuerza y caminar. Las investigaciones sugieren que la diversidad de actividades, frente a la intensidad, puede reducir el riesgo de desarrollar demencia en etapas posteriores de la vida. El ejercicio no sólo le ayudará a vivir más tiempo, sino también a vivir más joven, como demuestran los marcadores de ADN.
Publicado el 1 de julio de 2011