Otro incentivo para adelgazar: Menos exposición a la radiación durante las exploraciones diagnósticas. La obesidad ya está relacionada con una letanía de dolencias: cardiopatías, diabetes, cáncer, demencia y artrosis. En caso de que una de estas enfermedades obligue a un paciente obeso a someterse a un TAC, la mayor radiación necesaria para penetrar en las capas de grasa podría aumentar las probabilidades de mutación del ADN y, por tanto, de cáncer.
Un estudio publicado en Physics in Medicine descubrió que la obesidad no sólo emborrona la calidad de la imagen -lo que dificulta el diagnóstico correcto de enfermedades en órganos profundos (como el hígado, el estómago o el páncreas)-, sino que también requiere un 57% más de radiación total para mejorar la calidad de la imagen. En los últimos 15 años, el aumento de la obesidad ha duplicado el número de resultados radiológicos no concluyentes. Como observó el Dr. Dushyant Sahani, radiólogo de Boston: "Debido a la obesidad, hay que personalizar la dosis en función del tamaño del paciente y aumentar la potencia y la cantidad de rayos X que van al interior del paciente"
Además, cuando están en el hospital, los pacientes obesos tienen más del doble de riesgo de infección, en comparación con los de peso normal. Las mayores tasas de infección pueden ayudar a explicar por qué la cirugía de bypass gástrico no es necesariamente una estrategia de pérdida de peso exenta de riesgos. El mejor camino para adelgazar: Más fruta y verdura, que llenan por su alto contenido en fibra y agua, mientras que una mayor densidad de nutrientes ayuda a evitar carencias que podrían provocar antojos.
Publicado el 5 de noviembre de 2012