En El hombre en busca de sentido, Viktor Frankl relata su experiencia al sobrevivir a los campos de concentración nazis y cómo ésta le ayudó a formular la "logoterapia", que subraya la importancia de encontrar sentido a todas las formas de existencia, incluso a las más dolorosas. Enseña: Encontrar un "por qué" en la vida es crucial para afrontar cualquier "cómo". Y no sólo el "cómo", sino, según una nueva investigación, el "cuánto tiempo", es decir, una vida con sentido puede significar también una vida más larga.
Un estudio publicado recientemente en Psychological Science en el que participaron 7.000 estadounidenses de entre 20 y 75 años, a partir de 1994, planteó preguntas destinadas a evaluar este sentido de la vida. Por ejemplo: ¿Tiene la sensación general de haber hecho todo lo que hay que hacer en la vida? ¿Tiene la sensación de vagar sin rumbo por la vida? Cuando un equipo del Centro Médico de la Universidad de Rochester, en colaboración con la Universidad canadiense de Carleton, analizó estas respuestas tras un seguimiento de 14 años, descubrió que los supervivientes eran más propensos a considerar que su vida tenía consecuencias y merecía la pena. El investigador principal, el doctor Patrick Hill, afirmó: "Nuestros resultados apuntan al hecho de que encontrar una dirección para la vida y establecer objetivos generales sobre lo que se quiere conseguir puede ayudar a vivir más tiempo, independientemente de cuándo se encuentre el propósito"
¿A qué se debe esto? Una teoría es que aquellos que se ven a sí mismos menos como víctimas pasivas del destino y más como co-creadores activos de su destino pueden tener más motivación para adherirse a un estilo de vida saludable. Investigaciones anteriores sugieren que el 75% del potencial de longevidad se debe a decisiones que afectan no sólo a la duración de la vida, sino también a su calidad. Tal vez las personas mayores con iniciativa propia sean menos propensas a buscar evasión en la televisión y el alcohol que sus coetáneos más apáticos. Beber en exceso en los años dorados puede aumentar el riesgo de caídas e interferir con la medicación, y las estadísticas muestran que más de un tercio de los mayores sobrepasan las pautas de moderación. Por el contrario, caminar a paso ligero con regularidad puede aumentar el volumen cerebral a medida que envejecemos: un simple régimen de caminar tres veces por semana puede mejorar la capacidad aeróbica. Se ha descubierto que comer más de dos tazas de verdura al día reduce en casi un 40% la tasa de deterioro cognitivo.
¿Busca formas de encontrar más sentido al "por qué" de la vida? Puede que le interese asistir a servicios religiosos (los que lo hacen disfrutan de una tasa de mortalidad un 25% menor). Ofrézcase como voluntario, dedíquese a una nueva afición o aprenda una nueva habilidad (repasar sus conocimientos bilingües podría evitar el deterioro cognitivo). Por encima de todo, céntrate en la gratitud: tendrás menos dolores de cabeza, menos dolor de espalda y tus sonrisas te harán parecer más joven
Publicado el 1 de septiembre de 2014