Un mercado mundial de 4.000 millones de dólares, los edulcorantes para alimentos y bebidas incluyen cada vez más productos de plantas exóticas con alto contenido en azúcar, que ofrecen a algunos consumidores una alternativa aparentemente más saludable que el simple azúcar de mesa. El agave, en particular, goza de un aura de bondad "natural". Su herencia hortícola le confiere un gran atractivo, ya que procede del agave azul de México, la misma planta suculenta que produce el tequila. Los adeptos al agave proclaman sus beneficios para la salud, desde la inmunidad a la curación de heridas o la pérdida de peso. Pero, ¿es el sirope de agave (ejem, "néctar") realmente mejor para la salud que el azúcar derivado de otras plantas, ya sean de remolacha, caña o maíz?
La ciencia actual diría que "no". No sólo hay escasa evidencia científica que respalde cualquiera de las afirmaciones infladas de salud, el agave tiene una de las concentraciones más altas de fructosa - con un 50% más de fructosa que el tan vilipendiado jarabe de maíz de alta fructosa. Esta puede ser la razón por la que un ensayo clínico sobre el uso del agave en diabéticos se interrumpió cuando los sujetos experimentaron aumentos bruscos de los niveles de glucosa en sangre, lo que provocó dificultades cognitivas e incluso desmayos. Con estos resultados, la calificación del agave como "de bajo índice glucémico" parece, en el mejor de los casos, académica.
Aunque algunos consumidores aprecian el color ámbar, el rico sabor y el aroma a nuez del agave, no parece que justifiquen su elevado precio, de hasta 8,99 dólares por botella de 25 onzas. Su solubilidad líquida podría inducir fácilmente a pensar que el edulcorante de agave procede de la savia de la planta, cuando en realidad es la raíz amilácea la que se procesa con una serie de productos químicos y ácidos que no suenan tan naturales para producir un jarabe muy refinado. Mientras que la raíz también contiene fibra prebiótica, que ayuda a la salud gastrointestinal, muchas otras fuentes de alimentos integrales mucho menos calóricos como los plátanos, alcachofas, puerros y espárragos también lo hacen.
Bonus: ¿Sabías que el azúcar es posiblemente incluso más adictivo que la cocaína, según un estudio en animales? Si le preocupan las calorías, lea nuestra reseña sobre edulcorantes bajos en calorías.
Publicado el 1 de agosto de 2010