Alimentación saludable promovida con umami

No hay duda de que noviembre es el mes de Acción de Gracias, ¡que a su vez gira en torno a la comida! Como resultado, comer demasiado es una preocupación importante, o algo que simplemente hemos llegado a esperar. Sin embargo, la cena del pavo de este año puede tener un lado positivo según una investigación publicada en Neuropsychopharmacology.

Los investigadores se fijaron en el umami, uno de los cinco sabores básicos (junto con el dulce, el ácido, el salado y el amargo) para ver cómo el consumo de un caldo enriquecido con umami afectaría a los hábitos alimentarios. El umami es un agradable sabor salado que se transmite de forma natural a través del aminoácido glutamato de los alimentos. Está prevalente en la mayoría de los alimentos, pero se encuentra en grandes cantidades en los lácteos ricos en proteínas, el pescado y, lo ha adivinado, ¡la TORTUGA! En este estudio, los investigadores proporcionaron umami en forma de glutamato monosódico.

Los participantes recibieron umami en forma de glutamato monosódico.

Los participantes se sometieron a una serie de evaluaciones que incluían participar en una comida tipo bufé mientras llevaban gafas que seguían el movimiento de sus ojos; incluso completaron un escáner cerebral que medía la actividad durante la selección de alimentos. Tras consumir el caldo cargado de umami, los participantes obtuvieron mejores resultados en las pruebas, centraron más la mirada durante la comida y mostraron más actividad en la zona del cerebro responsable de la autorregulación (clave en la toma de decisiones sobre la elección de alimentos). El autor principal, Alonso-Alonso, cree que este estudio sugiere la posibilidad de que consumir un caldo umami antes de una comida podría beneficiar a las personas con riesgo de obesidad al facilitarles la elección de alimentos más saludables.

Si el caldo de miso no está en tu menú navideño, aún puedes conseguir tu umami disfrutando de tu pavo después del gran día con estas recetas