El pimiento verde es a menudo descartado como un cero nutricional, eclipsado por el más llamativo y ultra nutritivo pimiento rojo. Sin embargo, el pimiento verde es una de las principales fuentes de luteolina, también presente en otros productos básicos poco apreciados, como el apio, las zanahorias y algunas hierbas. Esta sustancia química vegetal de nombre lírico está atrayendo cada vez más atención por sus posibles efectos antiinflamatorios, anticancerígenos y antimicrobianos.
Un reciente estudio de la Universidad de Illinois analizó la capacidad de la luteolina para reducir el tipo de inflamación cerebral que puede contribuir al Alzheimer. Utilizando cultivos de laboratorio de células cerebrales, los investigadores descubrieron que altas dosis de luteolina reducían un marcador de inflamación hasta en un 90%. A partir de este hallazgo inicial, los investigadores dejaron que los ratones bebieran agua con distintas concentraciones de luteolina durante 21 días. Los ratones que bebieron una solución de agua de 5mg/ml disfrutaron de una disminución del 61% en la producción del mismo marcador inflamatorio.
Mientras los científicos trabajan para confirmar estos beneficios para los seres humanos, el aumento de la ingesta de pimiento verde - y una variedad de otras frutas y verduras - es seguro que beneficiará a su cerebro, y el resto de su cuerpo. Un pimiento verde mediano es una buena fuente de vitaminas K y B6, además de cubrir el 160% de las necesidades diarias de vitamina C. Alrededor del 10% de los estadounidenses no consumen suficiente vitamina C, lo que también podría influir en la salud del cerebro. Investigadores daneses descubrieron que cobayas jóvenes con una dieta baja en vitamina C mostraban el equivalente humano de los defectos de aprendizaje, tardando más en nadar por un laberinto acuático. Por supuesto, una dieta rica en fruta y verdura también puede ayudar a evitar el aumento excesivo de peso, que ya de por sí es un factor de riesgo de deterioro cognitivo precoz.
Bonus: Jugar a juegos para mantener el estado mental. Un estudio descubrió que aquellos que jugaban a juegos de mesa varias veces a la semana con otras personas disfrutaban de un 74% menos de riesgo de desarrollar demencia.
Publicado el 1 de febrero de 2011