Los cigarrillos electrónicos (o e-cigs), que comenzaron como una herramienta para dejar de fumar y una alternativa al cigarrillo, se han convertido en un negocio en auge y una tendencia popular. Originalmente, sólo un dispositivo en forma de cigarrillo para la administración de nicotina, ahora abarcan toda la gama de desechables a los dispositivos de vidrio de lujo artesanal "estilo tanque" aficionados llenan con una vertiginosa variedad de nicotina o sabores libres de nicotina en uno de los muchos "bares de vapor" apareciendo en todo el país.
Así es como funcionan: Una pitada al dispositivo activa la liberación o el calentamiento de la nicotina líquida, que luego se puede inhalar, generando una nube de vapor similar a la calada de un cigarrillo. Pero, ¿son seguros estos artilugios que funcionan con pilas? La investigación aún tiene que ponerse al día con la locura desbocada por el vapor, pero dos estudios recientes son motivo de preocupación.
Científicos del Roswell Cancer Park Institute de Buffalo, Nueva York, analizaron el riesgo del humo "de segunda mano" de los cigarrillos electrónicos y la exactitud de las etiquetas de los productos. Sus dos estudios, que se publicarán próximamente en la revista Nicotine and Tobacco Research, examinaron un puñado de carcinógenos, entre ellos el formaldehído cancerígeno de los cigarrillos electrónicos de tipo depósito, que vaporizan nicotina líquida más rápida e intensamente que otros cigarrillos electrónicos. El primer estudio descubrió que la liberación de toxinas se intensificaba a medida que la potencia eléctrica aumentaba de 3,2 a 4,8 voltios, lo que sugiere que los usuarios podrían estar expuestos "a los mismos niveles de formaldehído cancerígeno que el humo del tabaco, o incluso mayores, cuando los cigarrillos electrónicos funcionan a voltajes más altos".
El segundo estudio de RTI International, un instituto de investigación de Carolina del Norte, descubrió que hasta el 40% de las diminutas partículas creadas por el vapor de los cigarrillos electrónicos pueden llegar a las partes menos profundas de los pulmones, creando o agravando enfermedades respiratorias, como el asma o la bronquitis.
Ambos estudios concluyen que el calor concentrado puede cambiar la composición de los e-líquidos, inventar otros nuevos y causar implicaciones para el usuario y los transeúntes. Aunque se necesita más investigación, los resultados iniciales indican que "vaping" puede no ser tan libre de víctimas como los aficionados les gustaría creer.
Si usted está tratando de dejar de fumar, los e-cigs no son necesariamente una alternativa inofensiva, y si usted está recogiendo el hábito por diversión, tenga en cuenta que la nicotina esencialmente constriñe el flujo sanguíneo. Para sustituir los malos hábitos por los buenos, coger una pieza de fruta puede ponerle en el camino hacia una mejor salud de varias maneras. Elegir productos bajos en calorías y ricos en fibra en lugar de comida basura vacía de calorías le ayudará a evitar el aumento de peso que algunos fumadores temen cuando dejan de fumar. Mientras que los cigarrillos agotan las reservas corporales de vitamina C, la mayoría de las frutas y verduras le ayudarán a reponer este importante antioxidante que elimina los radicales libres.
Publicado el 1 de junio de 2014