Desde tiempos inmemoriales, los curanderos han atribuido al ajo poderes medicinales, pero pocos estudios científicos han respaldado los efectos protectores del bulbo; por eso es tan interesante la nueva investigación que documenta el potencial del ajo para prevenir los daños cardiacos.
Científicos chinos estudiaron cómo afectaba el aceite de ajo a un tipo concreto de cardiopatía común en los diabéticos. Un nivel elevado de azúcar en sangre puede triplicar el nivel de radicales libres, moléculas inestables que atacan los tejidos sanos, incluido el corazón, lo que podría explicar por qué los diabéticos tienen hasta cuatro veces más riesgo de morir por enfermedad cardiovascular que los pacientes cardíacos no diabéticos. Pero los investigadores descubrieron que las ratas que recibieron altas dosis de aceite de ajo disfrutaron de una reducción del 40% en los daños inducidos por la diabetes en las células cardiacas. El grupo del aceite de ajo también experimentó una mejora de hasta el 12% en la función cardiaca.
Aunque se necesitan más investigaciones para confirmar estos beneficios para el ser humano, merece la pena hacerse con un poco de ajo por su multitud de micronutrientes, como las vitaminas C, B6 y niacina. Otros alimentos potencialmente útiles para los diabéticos son las verduras crucíferas como el brócoli, la coliflor y las coles de Bruselas, la berenjena y las verduras de hoja verde.
Bonus: Las verduras durante el embarazo pueden reducir el riesgo futuro de diabetes de su hijo. Las futuras mamás que comieron menos verduras dieron a luz a bebés con más de un 70% de riesgo de desarrollar diabetes.
Publicado el 1 de noviembre de 2010
