La enfermedad de Crohn es una de las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) más comunes, y afecta a 1,4 millones de pacientes en EE.UU., con un coste sanitario global de más de 1.700 millones de dólares. En la enfermedad de Crohn, el sistema inmunitario confunde los alimentos con agentes invasores y ataca las células que recubren la pared gastrointestinal, lo que provoca una inflamación crónica. En la actualidad no existe cura médica, por lo que la enfermedad suele requerir cuidados durante toda la vida, y el 75% de los enfermos acaban necesitando algún tipo de intervención quirúrgica. Afortunadamente, una nueva investigación sugiere que la Madre Naturaleza podría ofrecer algún día alivio en forma de brócoli y fibra de plátano o banana.
En un estudio publicado en la revista Gut, investigadores británicos y suecos colaboraron en una investigación de laboratorio sobre la eficacia de las fibras de manzana, puerro, brócoli y plátano o banana para proteger las células de las bacterias peligrosas. Los resultados: Las fibras de brécol y plátano protegieron a las células de la bacteria E Coli entre un 45% y un 83%. La fibra de manzana y puerro no tuvo ningún efecto significativo. ¿A qué se debe esto? En comparación con las manzanas y los puerros, el brócoli y los plátanos/bananas pueden tener un mayor contenido de fibra soluble (que absorbe el agua y espesa las heces, ralentizando la digestión). El Dr. Nick Gillitt, científico de Dole, plantea la hipótesis de que este espesamiento podría limitar el acceso de las bacterias nocivas a las células intestinales vulnerables. Por el contrario, un emulsionante utilizado en la mayoría de los helados aumentó drásticamente la invasión de E. coli hasta en un 530%.
Estos resultados corroboran investigaciones anteriores que han demostrado sistemáticamente el potencial protector gastrointestinal de la fibra. Las personas que consumen más fibra tienen un 42% menos de riesgo de diverticulitis, un doloroso trastorno inflamatorio que afecta al intestino grueso. La fibra del plátano, en particular, se ha relacionado con un 72% menos de riesgo de cáncer colorrectal. El brócoli -entre otras verduras crucíferas como la coliflor, las coles de Bruselas y la col- contiene compuestos, además de fibra, que pueden interrumpir la división celular del cáncer de colon.
Por cierto, el helado no sólo contiene emulsionantes que podrían poner en riesgo a los enfermos de Crohn, sino que también es la principal fuente de ácido palmítico, que interfiere con la respuesta del cerebro a la leptina - disminuyendo eficazmente tanto la capacidad de recibir señales de saciedad como de quemar calorías.
Publicado el 1 de marzo de 2013