
Días de nieve y días de enfermedad
5 consejos de expertos para mantener a raya las enfermedades invernales
¡Bienvenidos a nuestro país de las maravillas invernal! Es esa época del año en la que mantener una buena salud y bienestar puede ser un poco desafiante. El frío y la oscuridad pueden deprimirnos como el "winter blues", por no hablar del mayor riesgo de gérmenes y virus. Pero no te preocupes, te ofrecemos nuestros cinco mejores consejos para que te sientas en forma, sano y relajado durante todo el invierno. Y que nieve, ¡porque ya nada puede pararnos!
Consejo 1: El ejercicio es clave. Durante el invierno, tendemos a perdernos los efectos beneficiosos de la luz solar, necesaria para producir vitamina D. Esta "vitamina del sol" es esencial para fortalecer nuestros huesos y potenciar nuestra fuerza muscular. Pero hacer ejercicio al aire libre puede ayudarnos a conseguirlo. Ya sea caminando, corriendo, en trineo o patinando sobre hielo, mantenerse activo al aire libre puede marcar una gran diferencia en cómo te sientes. ¿No te gusta el aire libre? No hay problema. Prueba a hacer yoga, ejercicios suaves de fuerza o incluso hula hooping en la comodidad de tu casa. Sólo asegúrate de que te dé la luz del día o invierte en una lámpara de luz diurna para mantenerte con energía.
Consejo 2: Frutas y líquidos. No dejes que el frío te impida comer fruta fresca todos los días. De hecho, es esencial mantener tus niveles de vitaminas durante el invierno. El aire caliente de las calefacciones centrales no sólo reseca nuestras mucosas, haciéndonos más vulnerables a los gérmenes, sino que nuestro sistema inmunitario también necesita un apoyo especial durante esta época. La vitamina C desempeña un papel fundamental en el sistema inmunitario, mientras que las vitaminas A, B1, B12 y D también son importantes para mantener una buena salud. Así que bebe mucha agua, té sin azúcar y prueba algunas de las deliciosas recetas de Dole para mantener tu cuerpo nutrido. Si le apetece una sopa caliente, pruebe nuestra Sopa Solsticio de Invierno - ¡es cremosa y deliciosa!
Consejo 3: Mantén los pies calientes. Los pies fríos en invierno son desagradables e incluso pueden debilitar las defensas de tu cuerpo. ¿Por qué? Las bajas temperaturas pueden ralentizar la circulación de la sangre hacia las manos y los pies para preservar la temperatura central del cuerpo. Si eres propenso a la mala circulación o diabetes, puedes ser especialmente propenso a sufrir problemas en los pies durante el invierno. El frío puede resecar la piel y las uñas y hacerlas más susceptibles a daños e infecciones. Así que mantén los pies bien abrigados. Abrígate bien con calcetines cómodos. Ponte de pie y camina con regularidad en casa o en la oficina - esto también aumenta el flujo sanguíneo.
Consejo 4: Lávate las manos con regularidad. Este consejo parece ser un viejo fiable y, sin embargo, a menudo se olvida (y no sólo en invierno). Lavarse las manos con regularidad es, de hecho, la mejor protección contra las enfermedades. Al fin y al cabo, es habitual encontrar bacterias y virus en autobuses, supermercados y otros espacios públicos. Si llegan a la boca o la nariz, pueden provocar resfriados. Lavarse las manos incluye unos sencillos pasos: Quítate las joyas y cubre completamente la superficie de las manos, muñecas, dedos y uñas con espuma de jabón. Frótese las manos durante al menos 20 segundos. Aclárate bien las manos con agua corriente templada y sécatelas con una toalla limpia o con un secador de aire.
Consejo 5: Hiberna. Investiga publicada en Frontiers in Neuroscience, descubrió que los participantes tenían 30 minutos más de sueño REM en invierno frente a verano. Esto puede deberse a los cambios del ritmo circadiano que se producen con la falta de luz diurna y el aumento de la producción de melatonina. Por eso, procura dormir al menos entre 7 y 9 horas e intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días. Créenos, ¡tu cuerpo te lo agradecerá!
Publicado el 1 de febrero de 2024