
Dieta prenatal
Razones para considerar la dieta antes de la concepción
Cuando una mujer está embarazada, se recomienda aparcar las noches de sushi, eliminar las charcuterías del menú del almuerzo y disfrutar de los filetes bien hechos. Además, acabar con el café de la mañana en el fondo de la primera taza y decir adiós a esa copa de vino de la noche. Estos son sólo algunos de los muchos cambios dietéticos que las mujeres hacen cuando se enteran de que están esperando un bebé. Una dieta sana y equilibrada con una vitamina prenatal es esencial para nutrir a un bebé en crecimiento y evitar complicaciones, pero ahora una investigación publicada en Scientific Reports, nos da motivos para pensar en una dieta de la madre incluso antes de la concepción y cómo puede relacionarse con el autismo.
Investigadores de la Universidad de Florida Central están un paso más cerca de comprender cómo un conservante alimentario conocido como ácido propiónico (PPA) puede afectar al desarrollo fetal. El PPA se utiliza a menudo para evitar el crecimiento de moho en alimentos procesados como el queso, el pan y los frutos secos.
En el laboratorio, el equipo descubrió que la exposición de células madre neurales a grandes cantidades de PPA reducía las neuronas (construcción del cerebro) y alteraba su comunicación, lo que provocaba comportamientos repetitivos como los observados en el autismo. El investigador principal, Naser, también señaló que otras investigaciones han demostrado que los niños con autismo tienen niveles más altos de PPA en las heces. Aunque el PPA se encuentra de forma natural en el intestino, los investigadores afirman que el consumo de alimentos procesados puede aumentar esa cantidad y transmitirse al feto en desarrollo. Todavía hay que realizar más exámenes para estar seguros, pero tienen la esperanza de que esta investigación nos haga comprender mejor la conexión entre el PPA y el autismo.
Como regla general, cuanto más procesado sea un alimento, más largo será el panel de ingredientes. Y suelen ser más altos en calorías, grasa y sodio, lo que los convierte en adiciones menos que ideales para una dieta prenatal. Durante el segundo y tercer trimestre, se recomienda un aporte extra de 300 calorías al día; consíguelo con alimentos integrales, como los que encontrarás en nuestro Ensalada fría de gazpacho de verano y nuestro Vieiras con setas y berenjenas a la plancha.
Publicado el 1 de agosto de 2019