Un estudio publicado en The Journal of Pain examinó el efecto de la ingesta de jengibre sobre el dolor muscular. A un grupo de 54 jóvenes voluntarios, hombres y mujeres, se les administró una dosis diaria de jengibre (1,4 cucharaditas) o un placebo durante una semana antes de una sesión de levantamiento de pesas (flexiones de bíceps). Cuando se les encuestó al día siguiente, los consumidores de jengibre declararon un 24% menos de dolor que el grupo de control. Curiosamente, el beneficio era el mismo cuando el jengibre se comía crudo o cocinado. Así que, independientemente de si prefiere el jengibre en zumo, salteado o incluso encurtido, acelerará la recuperación muscular.
Estudios de laboratorio anteriores han demostrado que los polifenoles del jengibre (con nombres tan exóticos como gingerol, zingerona y shogaol) ayudan a inhibir las enzimas inflamatorias COX. Otras investigaciones sugieren que los compuestos de las verduras crucíferas (por ejemplo, la coliflor, el brécol y las coles de Bruselas) pueden actuar del mismo modo. ¿Le apetece tomar una pastilla? Los investigadores de Tufts descubrieron que los suplementos de glucosamina disponibles en el mercado contienen muy poca cantidad de este compuesto como para ser beneficiosos, mientras que los suplementos de antioxidantes pueden bloquear algunos de los beneficios del ejercicio. Para volver al juego de forma segura y natural, sigue una dieta equilibrada basada en plantas y no te olvides de los estiramientos, que podrían reducir el dolor hasta en un 23%.
Bonus: Aunque la raíz de jengibre ha sido durante mucho tiempo un elemento básico en los remedios caseros, las nuevas investigaciones están empezando a documentar otros posibles efectos terapéuticos, como el potencial para reducir las náuseas matutinas.
Publicado el 1 de junio de 2011