La sequedad ocular es uno de los trastornos más comunes que tratan los oftalmólogos - y si usted es como la mayoría de las personas a las que les molesta el picor y la irritación de los ojos secos, su primer impulso puede ser recurrir a colirios de venta libre para conseguir algo de alivio. Pero una nueva investigación revela el potencial de la dieta para aliviar esta afección, concretamente el posible papel terapéutico de los ácidos grasos omega-3, que se encuentran de forma natural en diversos pescados, frutos secos y semillas.
Una estudio, publicado recientemente por la Universidad de Texas, administró a 21 pacientes con ojo seco una dosis oral diaria de aceite de pescado/linaza durante 90 días. En comparación con el grupo de control, el grupo del aceite de pescado experimentó un aumento espectacular del 54% en el flujo lagrimal. Al final del experimento, el 70% de los que tomaban aceite de pescado/lino no presentaban síntomas de ojo seco, frente a sólo el 7% de los controles. Los investigadores especulan que los ácidos grasos omega-3 podrían inhibir la inflamación de los conductos lagrimales, aliviando las constricciones que impiden el volumen y el flujo lagrimal. Los omega-3 también podrían contribuir a la función hidratante de una secreción natural de las glándulas oculares llamada meibum.
Los resultados se suman a la creciente lista de posibles beneficios asociados a una mayor ingesta de los ácidos grasos omega-3 presentes en el pescado y los frutos secos. Otros estudios han relacionado el consumo de omega-3 o de pescado con una menor inflamación de las articulaciones, mejores resultados en los exámenes, un ritmo más lento del deterioro cognitivo relacionado con la edad e incluso un menor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer: No sólo es más bajo en grasas saturadas y calorías, sino que la proteína de pescado puede ayudar a quienes hacen dieta a sentirse saciados durante más tiempo.