A medida que avanza el verano, es probable que esté tomando el sol, incluso si usted no está trabajando conscientemente en su bronceado.El costo de exceso de tostado de la piel, por supuesto, es un mayor riesgo de cáncer de piel - el cáncer más común en los EE.UU., con más de 3,5 millones de nuevos casos diagnosticados anualmente. ¿Podría la dulce y jugosa piña contener la clave para mantener a raya este tipo de cáncer? Un estudio reciente publicado en la revista Cancer Letters sugiere que la enzima bromelina de la piña podría ofrecer cierta protección. Investigadores indios compararon la incidencia de tumores entre ratones predispuestos al cáncer de piel tras bañar a algunos de los animales en bromelina. Los ratones tratados con bromelaína experimentaron un descenso del 66% en el número de tumores que acabaron desarrollando, e incluso esos tumores eran un 35% más pequeños de lo que habrían sido de otro modo. Además, el 30% de los ratones tratados con bromelina nunca desarrollaron tumores (todos los ratones sin bromelina acabaron padeciendo algún tipo de cáncer de piel).
Se necesita más investigación para confirmar beneficios similares para los humanos, así que no se llene de zumo de piña todavía. Pero la ciencia ha identificado los beneficios potenciales de la bromelina que pueden venir con el consumo de piña, incluyendo el alivio del asma, la salud de las articulaciones, la protección contra la colitis ulcerosa (un precursor del cáncer de colon), y la curación más rápida de heridas.
Otros alimentos que pueden proporcionarle una ventaja frente a los intensos rayos del verano: boniatos, zanahorias y col rizada (principales fuentes de betacaroteno, que puede ayudar a defender las células de la piel frente a la radiación UV), guayaba, sandía y tomates (principales fuentes de licopeno, que ofrece cierta protección frente a las quemaduras solares), pimiento rojo, kiwis y brécol (principales fuentes de vitamina C, relacionada con menos signos de envejecimiento cutáneo).
Bonus:Salva tu piel con ejercicio frecuente. Un estudio de la Universidad de Washington descubrió que quienes hacen ejercicio entre cinco y siete días a la semana disfrutan de un menor riesgo de melanoma.