Nuevos descubrimientos subrayan la relación entre la dieta y la fertilidad masculina. Investigaciones anteriores habían indicado que una deficiencia de DHA, un ácido graso omega-3, podría reducir el tamaño de los testículos y limitar la movilidad de los espermatozoides. Los científicos de la Universidad de Illinois decidieron explorar más a fondo el efecto del DHA en la fertilidad masculina alimentando a ratones infértiles con pienso suplementado con DHA o con una dieta de control. Cuatro meses más tarde, el recuento de espermatozoides de los ratones con DHA era un 82% superior al de los ratones de control. Los ratones DHA también tenían espermatozoides de aspecto normal con colas rectas, lo que se traduce en una mayor propulsión y una mayor probabilidad de concepción.
Por supuesto, se necesitaría más investigación para confirmar beneficios similares para los seres humanos, pero ya sabemos que el omega-3 desempeña un papel importante en el apoyo a la salud. En concreto, el consumo de pescado se ha relacionado con un menor riesgo de cáncer colorrectal, una menor inflamación, una mayor capacidad cerebral, menos sequedad ocular, mejor audición, menos arrugas ¡e incluso mejores resultados en los exámenes! Las principales fuentes de omega-3 son el salmón, el bacalao negro, las sardinas, la platija, las semillas de chía, las nueces y las semillas de lino. Ten en cuenta que el consumo excesivo de alcohol puede afectar a los niveles de omega-3. Si le preocupa el mercurio, pruebe a acompañar el pescado con fruta tropical, que parece mitigar los niveles de mercurio.