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Bananas-vs-Boo-boos

BANANAS vs. BOO-BOOS

¿Pueden ayudar los plátanos a cicatrizar las heridas?

Esperar a que cicatrice una herida puede ser a veces como ver secarse la pintura. Además, existe el riesgo añadido de una posible infección. Ojalá hubiera una forma de hacer que esos cortes y rasguños desaparecieran más rápidamente. Pues bien, lo que comemos tiene mucho que ver con la salud de la piel, incluida su reparación. Un nuevo estudio sugiere que la pulpa del plátano podría acelerar la recuperación de la piel.

Investigadores indios mezclaron extracto de pulpa de plátano en el pienso de un grupo de ratas y controlaron el ritmo de curación de la piel en comparación con las ratas alimentadas con pienso normal. El grupo del plátano no sólo cicatrizó un 27% más rápido que los controles, sino que además tenían un 186% más de concentración de proteínas cicatrizantes en la piel. ¿A qué se debe esto? Investigaciones básicas anteriores descubrieron que la pulpa de plátano puede ayudar a concentrar factores de crecimiento en el torrente sanguíneo, apoyando así la tarea de reparación de la piel. Todavía está por ver si los extractos de plátano ayudan a curar las heridas humanas, pero no faltan otras razones para morder un plátano, ya que contienen compuestos que pueden ayudar a quemar grasa, reparar el ADN y aliviar el asma.

Además de los plátanos, la piña, otra de las frutas tropicales favoritas, es la única fuente de bromelina, una enzima que puede ayudar a curar heridas. Las fuentes de betacaroteno, como las zanahorias, las espinacas y los boniatos, y las de vitamina C, como los pimientos rojos, los kiwis y los cítricos, pueden contribuir a reparar la piel manteniendo a raya las bacterias. En el caso de los pequeños rasguños, el ejercicio físico puede acelerar la cicatrización de las heridas hasta en un 25%.

Y, por supuesto, todo lo anterior ayudará a mantener el peso, que también desempeña un papel en la cicatrización de las heridas, ya que el exceso de kilos puede duplicar el riesgo de infección, según un estudio.

Publicado el 1 de enero de 2012