Los hábitos se adquieren, haz que sean saludables desde el principio

Nuestro entorno influye en gran parte de nuestra vida cotidiana, incluidas la autorregulación y la gestión de las emociones. Aprender estas habilidades a una edad temprana es ideal, ya que se correlaciona con un menor riesgo de obesidad infantil, según han concluido investigadores de la Universidad de Illinois. ¿Cómo? Un niño con sobrepeso cuyos padres quieren que pierda peso le cortan ciertos alimentos, enseñándole a querer más de ese alimento porque no puede tomarlo. O, un niño podría estar molesto y se les ofrece algo reconfortante para picar conduce a una asociación de comer sus sentimientos. O bien, puede tratarse de conversaciones habituales que otorgan un impacto negativo a la comida, lo que indirectamente pone barreras en torno a prácticas restrictivas de alimentación, tensando el protocolo de comunicación entre padres e hijos.

Pero, puede que no sea sólo la crianza la que ponga un mayor riesgo de obesidad en el niño. También podría ser la genética. Este ciclo suele evolucionar a partir de los padres, que pueden tener dificultades para controlar su peso. Los estudios longitudinales recitan que, cuando los padres se dan cuenta de que su hijo puede estar siguiendo sus pasos, intervienen en lo que pensaban que protegería a su hijo, pero en lugar de ello cultivan una relación negativa con la comida. La Universidad está examinando cómo el índice de masa corporal, el genotipo de un niño, en particular el gen COMT y su' responsabilidad en la emoción y la cognición, y la forma en que los padres responden a la comida para saber cómo responderán los niños a situaciones estresantes.

Lo que pretenden los investigadores de la Universidad es encontrar nuevas estrategias para ayudar a los niños a relacionarse con sus emociones y aprender a autorregularse adecuadamente. Esto, a su vez, reducirá con el tiempo las prácticas restrictivas de alimentación y las asociaciones negativas con la comida. Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo. Ofrecer momentos de autorreflexión, no sólo para los padres sino también para el niño, ya sea sobre por qué se sienten de una determinada manera o si están actuando, permitirá la comunicación sobre las emociones en lugar de utilizar la comida como una salida poco saludable. Utilizar la actividad física como válvula de escape ayudará a crear una mente más aguda. Haz que tus niños sean los ayudantes del chef en la cocina mientras preparan Pizzas al amanecer para desayunar. Estas son formas divertidas de ayudar a crear un ambiente positivo para que su hijo aprenda y desarrolle su yo más saludable.

Publicado el 1 de agosto de 2017