Los bebés con personalidades inhibidas son más propensos a resistirse a los nuevos alimentos

¿Tiene entre manos un dilema a la hora de comer? Las preferencias alimentarias quisquillosas de los niños pequeños y, a veces, de los adolescentes son algo normal, y no sólo cuando se trata de verduras. Un estudio descubrió que el 46% de los niños en edad preescolar eran melindrosos con la comida y que el 40% seguía siéndolo durante dos años más. Un estudio publicado en Child Development el mes pasado se propuso comprobar si la respuesta a los alimentos nuevos estaba relacionada con el hecho de si alguien se siente atraído de forma innata o desconfía de las cosas nuevas o desconocidas, en este caso: los juguetes nuevos.

Los investigadores observaron a 136 parejas de madres y bebés a los 6 y 12 meses de edad. En cada visita jugaron con juguetes nuevos y probaron un alimento nuevo. La última visita fue 6 meses después, y en ella se animó a los niños a explorar una habitación que estaba amueblada con objetos nuevos y desconocidos. Los resultados coincidieron en que los bebés que reaccionaban positivamente a los juguetes nuevos a los 6 meses también tendían a reaccionar positivamente a los alimentos nuevos y, del mismo modo, los que se resistían a los juguetes nuevos dudaban cuando se enfrentaban a un alimento nuevo. Su reacción a los nuevos alimentos a los 12 meses de edad también fue un buen indicador de cómo se relacionarían con los nuevos juguetes a los 18 meses.

Estas conclusiones se basan en el temperamento, que se establece en una escala que va de exuberante a inhibido. Las personas exuberantes tienden a ser más aventureras con los alimentos nuevos, mientras que los individuos inhibidos son más tímidos o reservados. La profesora de Penn State Cynthia Stifter explica que el temperamento afecta a casi todos los aspectos de nuestras vidas, ya que es una forma única de ver el mundo.

Dicho esto, ¡no pierdas la esperanza! El hecho de que hayamos nacido en un lugar específico de la escala de temperamento no significa que no podamos cambiar nuestro comportamiento. Recuerda el poder de la persistencia. Los niños suelen necesitar entre 8 y 10 exposiciones a un nuevo alimento para probarlo, por no decir para que les guste. No te fijes en cada bocado que prueban. Anímales a probar todos los alimentos nuevos, al fin y al cabo, ¡cómo van a saber si les gusta si ni siquiera lo han probado! Tampoco está de más crear un ambiente positivo en el que sientan que comer frutas y verduras y otros alimentos nuevos es algo aceptado y no algo que haces porque te lo dice mamá.

Aquí tienes algunos platos favoritos para niños que pueden ayudarte a hacer más llevadera la hora de la comida: Dole Kids con tostadas de almendra y Sándwiches de búho.

Publicado el 1 de septiembre de 2017