Los adictos a los carbohidratos pueden sentirse impotentes ante las galletas, los dulces, el pan y la pasta. Pero ceder constantemente a los antojos de carbohidratos podría perjudicar su funcionamiento mental a largo plazo. Ésa es la sorprendente conclusión de un nuevo estudio publicado recientemente en Journal of Alzheimer's Research.
Los investigadores de la Clínica Mayo realizaron un seguimiento de 937 ancianos de ambos sexos (con una edad media de 80 años), a los que se sometió a exámenes neurológicos y evaluaciones periódicas de la ingesta de alimentos. Al cabo de cuatro años, el 21% mostraba signos de deterioro cognitivo leve. Aunque investigaciones anteriores habían descubierto que, en general, el exceso de comida puede provocar falta de memoria (y que el sobrepeso aumenta el riesgo de demencia), este estudio se centró en los componentes de los alimentos. El resultado: El riesgo de deterioro mental era un 89% mayor entre quienes comían más carbohidratos (por ejemplo, que representaran al menos dos tercios de las calorías). Mientras que aquellos con una ingesta de carbohidratos relativamente normal (50% de las calorías) no mostraban un mayor riesgo, aquellos con una alta ingesta de proteínas disfrutaban de una reducción del riesgo del 34%.
Mantenga la sabiduría durante más tiempo eligiendo sabiamente las fuentes de proteínas: Los ancianos que comen pescado con regularidad ralentizaron el deterioro mental relacionado con la edad el equivalente a tres o cuatro años. Elija también con cuidado los carbohidratos: Las frutas y verduras contienen una gran cantidad de fitoquímicos cuyos beneficios potenciales están siendo estudiados. Algunos ejemplos concretos: La remolacha puede ayudar a aumentar el flujo sanguíneo al cerebro. Las verduras de hoja y/o crucíferas también podrían ayudarle a mantener la agudeza mental en la vejez. Las investigaciones de laboratorio también han relacionado la luteolina -que se encuentra en los pimientos verdes, el apio y las zanahorias- con la reducción de la inflamación del cerebro.
Publicado el 1 de enero de 2013