Investigación del Instituto de Nutrición Dole descubre la vía de los antioxidantes

La mayoría de la gente conoce la palabra "antioxidante", pero una nueva investigación del Instituto de Nutrición Dole ha descubierto que quizá no sepamos exactamente cómo funcionan. Los científicos del DNI investigaron la capacidad antioxidante de frutas y verduras y cómo los diferentes componentes de las plantas pueden influir en la salud, revelando conclusiones significativas y algo sorprendentes. Los resultados se han publicado ahora en el Journal of Nutrition.

Convencionalmente se piensa que los antioxidantes de los alimentos actúan atrapando radicales libres, moléculas altamente reactivas que pueden tener efectos perjudiciales en el organismo. Tradicionalmente, los antioxidantes se han medido mediante la capacidad de absorción de radicales de oxígeno (puntuación ORAC), un índice de laboratorio del potencial de un alimento para proporcionar valor antioxidante en un tubo de ensayo, o el contenido total de fenoles, un método que identifica estructuras específicas de polifenoles en un alimento. Sin embargo, la investigación del DNI revela que estos métodos no lo dicen todo. Muchas moléculas vegetales beneficiosas para la salud pueden no ser directamente eliminadoras de radicales libres y, en realidad, pueden actuar induciendo respuestas genéticas que, a su vez, destruyen los radicales libres y benefician la salud.

Los científicos del DNI analizaron en el laboratorio una variedad de frutas y verduras y analizaron cómo activan los elementos de respuesta antioxidante (ARE), secuencias de ADN en los genes que proporcionan códigos para fabricar enzimas que ayudan a proteger las células del daño causado por los radicales libres. También midieron la puntuación ORAC y los fenoles totales de cada producto. Curiosamente, algunas frutas y verduras tenían un bajo contenido en fenoles totales y puntuación ORAC, pero una alta actividad ARE, lo que sugiere que las mediciones tradicionales de la capacidad antioxidante no ofrecen una imagen completa y no son capaces de predecir qué compuestos de los alimentos son capaces de disuadir el daño de los radicales libres de una manera diferente.

El objetivo principal de este estudio era utilizar esta vía para comparar el potencial antioxidante entre diferentes frutas y verduras, y este nuevo método de medición sugiere un potencial sorprendentemente alto para los alimentos que generalmente no se celebran por su poder antioxidante, como las piñas, las peras y las ciruelas. Los resultados también revelaron que las cáscaras de frutas y verduras tienden a tener un mayor potencial de activación de ARE que la pulpa, lo que supone una razón más para lavar y comer el pepino, la manzana o la patata enteros y utilizar las versiones ecológicas.

Por venir más investigación sobre lo que esto podría significar para la salud humana!

Publicado el 1 de octubre de 2015