
El secreto del sustituto del azúcar
El sabor dulce frente a las calorías provoca una mayor respuesta metabólica
A lo largo de los años hemos publicado varios artículos sobre el tema de los edulcorantes artificiales. Aunque ofrecen una alternativa dulce sin calorías, se han relacionado con obesidad abdominal, aumento del apetito y ahora investigadores de la Universidad de Yale han descubierto otra pieza de la historia de los sustitutos del azúcar.
Publicado en Current Biology, una nueva investigación expone que el nivel de dulzor, y no las calorías, en las bebidas ayuda a determinar cómo se metabolizan las calorías y cómo se señalan al cerebro. Los investigadores probaron 5 bebidas idénticamente dulces con distintos niveles de calorías con 15 participantes. Las bebidas estaban endulzadas con el sustituto del azúcar sucralosa (equivalente al dulzor de una bebida de 75 calorías) y los carbohidratos estaban en forma de maltodextrina insípida en cantidades de 0, 37, 75, 112 y 150 calorías.
Los participantes en la investigación consumieron las bebidas varias veces y sus respuestas se midieron mediante escáneres cerebrales. Contrariamente a lo que esperaban, los investigadores descubrieron que la bebida de 75 calorías generaba una respuesta cerebral más fuerte que la de 150 calorías. Esto sugiere que no todas las calorías de la bebida de 150 calorías se metabolizaban de la misma manera. Se cree que son las calorías, y no el sabor, las que regulan las señales metabólicas y el modo en que las calorías se descomponen en energía. Tras una serie de experimentos y análisis de seguimiento, los investigadores desentrañaron que la respuesta metabólica del organismo, o la cantidad de energía que gasta el cuerpo para procesar las calorías, funciona como se espera cuando las calorías coinciden con el dulzor o el sabor. Sin embargo, cuando hay un desajuste entre calorías y dulzor, la respuesta no es tan fuerte. La investigadora principal, Dana Smalls, describe el desajuste como si el sistema levantara las manos y no supiera qué hacer; el cerebro no registra que se han consumido calorías.
Ejemplos comunes de desajustes en el entorno alimentario actual son el yogur con edulcorantes bajos en calorías o una comida rica en calorías como una hamburguesa con queso acompañada de un refresco de cola light. Las preguntas pendientes son: ¿qué ocurre con el exceso de calorías? ¿Cómo y dónde se almacenan? ¿Es problemática una comida rica en calorías combinada con edulcorantes artificiales? Sólo las investigaciones futuras lo dirán. Por ahora, Smalls sugiere que los edulcorantes artificiales y las combinaciones de alimentos son un elemento importante a tener en cuenta a la hora de digerir la investigación sobre este tema.
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Publicado el 1 de enero de 2018
Publicado el 1 de enero de 2018