La reformulación de las marcas blancas como forma de reducir la ingesta total de calorías

La mayoría de nosotros somos fieles a ciertas marcas de cereales integrales, pan y otros alimentos básicos. Pero una vez que ese artículo llega a su lista de la compra, ¿con qué frecuencia vuelve a visitar el panel de información nutricional para asegurarse de que nada ha cambiado? Nueva investigación publicada en el International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity muestra que la reformulación "silenciosa" de los productos puede ser una forma ignorada de disminuir el consumo de calorías por parte de los consumidores.

Los investigadores analizaron los datos de ventas antes y después de la reformulación de ocho productos de marca blanca para un minorista danés. Las modificaciones se centraron en mantener el sabor y el aspecto originales, eliminando al mismo tiempo las calorías procedentes de la grasa y el azúcar. El minorista consiguió reducir hasta un 17% las calorías de sus yogures y mayonesas de marca blanca, y entre un 5 y un 10% las de los productos horneados. Las etiquetas de información nutricional se actualizaron para reflejar los cambios, pero éstos no se anunciaron formalmente a los consumidores.

Los investigadores descubrieron que el número de calorías vendidas se redujo hasta un 7,5% después de que los productos con menos calorías llegaran a las estanterías. Algunos clientes optaron por cereales y bollos con más calorías, pero estos cambios se vieron compensados por los efectos beneficiosos generales de la reformulación.

Estas reformulaciones son un gran ejemplo de los esfuerzos de la industria alimentaria y los minoristas por reducir el sobrepeso y la obesidad en todo el mundo. La decisión de no anunciar los cambios puede acarrear consecuencias; la industria alimentaria se arriesga a perder la ventaja competitiva de atraer al consumidor orientado a la salud cuando realiza cambios saludables sin anunciarlos, mientras que, por otro lado, si anunciara los cambios, los clientes podrían percibir un cambio en la calidad del producto y optar por otra marca. Es importante señalar que las reformulaciones pueden funcionar en ambos sentidos y las empresas pueden aumentar el sodio, la grasa y el azúcar sin anunciarlo oficialmente. Así que los consumidores más avispados deben tener cuidado, apartar los envases y asegurarse de que los productos de su despensa siguen cumpliendo sus preferencias personales en cuanto a dieta y nutrientes.

Publicado el 1 de octubre de 2017