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Un corazón no tan "dulce

Los azúcares añadidos podrían ser más perjudiciales que la sal para la salud del corazón


Aunque los corazones de caramelo y las cajas de chocolate son regalos tradicionales de amor, estas golosinas de San Valentín no son tan dulces como saben. Además de problemas de memoria, obesidad y adicción, las investigaciones muestran ahora que comer azúcar en exceso puede causar estragos en el corazón. Un reciente artículo de la revista Open Heart revela que el azúcar añadido (el que se encuentra en alimentos procesados, postres y aperitivos envasados) podría ser incluso más perjudicial para la salud del corazón que la sal.

Las enfermedades cardiacas son la principal causa de muerte en Estados Unidos y un problema de salud en todo el mundo. La hipertensión (tensión arterial alta) se considera desde hace tiempo la principal causa de enfermedades cardiacas, y la reducción del consumo de sal ha sido la principal preocupación en la prevención de estas enfermedades. La mayor parte de la sal en la dieta procede de alimentos envasados como el pan, la pizza congelada y los aperitivos, alimentos que también suelen contener azúcares añadidos. Los estadounidenses consumen entre 50 y 50 kilos de azúcar al año, y el 13% de la población recibe al menos el 25% de su ingesta calórica total en forma de azúcares añadidos.

Los investigadores creen ahora que el azúcar añadido a los alimentos tiene más que ver con las enfermedades cardiacas que la sal. Estudios realizados con ratas descubrieron que el azúcar estimula el sistema nervioso simpático, lo que en última instancia provoca un aumento de la presión arterial. El exceso de azúcar también puede provocar resistencia a la insulina, lo que puede aumentar el riesgo de hipertensión. El consumo elevado de azúcar puede aumentar significativamente los niveles de colesterol total, triglicéridos, colesterol LDL (malo), peso corporal y masa grasa, factores que contribuyen a aumentar el riesgo de cardiopatías. Consumir diariamente entre un 10% y un 25% de calorías procedentes de azúcares añadidos puede aumentar el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular en un 30%; consumir más de esa cantidad puede triplicar el riesgo. El mayor culpable podría ser el jarabe de maíz de alta fructosa, un edulcorante común utilizado en dulces, refrescos y alimentos procesados.

Es importante destacar que los investigadores señalan que el azúcar añadido es el verdadero culpable, no el azúcar natural que se encuentra en la fruta. Esto se debe a que el azúcar natural de la fruta está menos concentrado y es amortiguado por el agua, la fibra y otros componentes de la fruta entera. Las frutas enteras contienen muchos nutrientes importantes para la salud, como vitaminas, minerales y antioxidantes. De hecho, comer fruta todos los días podría reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en un 40% y el riesgo de muerte en un 32%.

Los investigadores sugieren añadir frutas enteras en lugar de snacks azucarados como la mejor solución para eliminar los azúcares añadidos de la dieta sin dejar de ser goloso. En lugar de la típica galleta de la tarde, eleva el sabor de las frutas enteras para conseguir tu dosis. Dale un toque especial a la piña fresca con una pizca de pimienta de cayena, o espolvorea canela sobre rodajas de manzana para darle un toque picante a tu tentempié. Un trozo de chocolate negro el día de San Valentín es un capricho especial, pero seguir con la fruta durante todo el año demostrará a tu corazón que te importa.

Publicado el 1 de febrero de 2015