Ponche de Navidad... champán en Año Nuevo... y cócteles por doquier: Si alguna vez ha habido una época para beber más de la cuenta son las fiestas. Por supuesto, la misma época está plagada de resfriados estacionales. ¿Podría haber alguna relación? Una nueva investigación con animales sugiere que el consumo excesivo de alcohol puede reducir la inmunidad en general y, en particular, aumentar la vulnerabilidad a las bacterias transmitidas por los alimentos.
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Aunque se necesita más investigación para confirmar cómo afecta el alcohol al sistema inmunitario humano, es justo decir que en exceso puede perjudicar la salud de múltiples maneras.
El consumo excesivo de alcohol aumenta la cintura, provoca daños cerebrales duraderos, altera el ritmo cardíaco y aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular. Incluso un consumo moderado aumenta el riesgo de cáncer de mama en las mujeres. Tómate tu tiempo con bebidas sin alcohol, como la falsa cerveza, que puede tener sus propios beneficios inmunitarios. Y si se da cuenta de que se ha excedido, ayude a restablecer el equilibrio de su cuerpo con plátanos, que contienen muchos de los nutrientes necesarios para combatir los síntomas de la resaca.
Bonus: Coma más espárragos para contrarrestar los efectos del alcohol. Un estudio de laboratorio publicado en el Journal of Food Science descubrió que el extracto de espárragos reducía la toxicidad hepática en un 42%.
Publicado el 1 de diciembre de 2011