Diversión alimentaria con un plus saludable

¿Busca formas de ofrecer a sus hijos diversión educativa este verano? Considere apuntarlos a una clase de cocina. Las clases de cocina no sólo son estupendas para enseñar a los niños sobre la comida, sino que también inspiran la creatividad, enseñan nuevas habilidades y las investigaciones también sugieren que animan a los jóvenes a probar también más alimentos nuevos.


Un estudio publicado en Appetite,descubrió que cuando los niños ayudan a preparar sus propias comidas o tentempiés, tienden a comer más, incluso si se trata de cosas sanas como ensalada. Esto es importante porque significa que cuando los adultos implican a los niños en la cocina y eligen preparar platos que incluyen ingredientes saludables, como frutas y verduras, es más probable que los niños los consuman. Incluso si no les gustan ciertos alimentos (como el brócoli o la piña), es posible que los coman más si han ayudado a prepararlos.


Entonces, ¿por qué funciona esto?

En primer lugar, cocinar y comer son acontecimientos sociales en los que los niños se ven muy influidos por lo que observan. Por ejemplo, pueden aprender qué tipos de alimentos son apropiados para comer de su familia o de sus compañeros. Al cocinar con otros, los niños pueden tener una experiencia social más positiva en torno a la comida, lo que puede repercutir en sus elecciones e ingesta. Además, preparar comidas con otros puede ser una experiencia gratificante, lo que también puede influir positivamente en la ingesta de alimentos preparados.

En segundo lugar, cocinar puede aumentar la exposición de los niños a diferentes ingredientes. No es raro que los niños necesiten varias exposiciones a un producto concreto antes de que empiece a gustarles, pero interactuar con los ingredientes o seleccionarlos puede contar como una exposición adicional. Al participar en el proceso culinario, los niños pueden familiarizarse con los distintos alimentos y apreciarlos más. Esta familiaridad puede conducir a una dieta más diversa y saludable.


Por último, cocinar con niños puede ofrecer la oportunidad de hacer cambios y personalizar las comidas con alimentos que ya conocen y adoran. Si los niños seleccionan ellos mismos los ingredientes, pueden sentirse más dueños de lo que comen. Este empoderamiento puede hacer que los niños se sientan más implicados en sus elecciones alimentarias y sean más propensos a elegir opciones más saludables.


Es importante tener en cuenta que los niños pueden sentirse motivados por diferentes aspectos de la preparación. Algunos pueden sentirse atraídos por el aspecto social de la cocina, mientras que otros pueden preferir la oportunidad de montar y personalizar sus comidas de forma creativa. Independientemente de su interés particular, cocinar con los niños es una forma valiosa de inculcarles hábitos saludables.


¿Quieres algunas ideas para cocinar con niños en casa? Prueba con estas recetas: Moldes de verduras, Dole Kids con tostadas de almendra o Bocaditos de chocolate con viuda negra!


Publicado el 1 de julio de 2023