El dolor intenso post-entrenamiento puede dificultar el movimiento - y mucho menos mantener su rutina normal de ejercicio. Los remedios farmacológicos, como los inhibidores de la COX-2, conllevan sus propios riesgos (por ejemplo, el ya retirado Vioxx). Afortunadamente, nuevas investigaciones apuntan a una alternativa natural más sabrosa: En un estudio publicado en la revista Journal of the International Society of Sports Nutrition, los investigadores analizaron el efecto del zumo de cerezas ácidas sobre las agujetas. Cincuenta y dos corredores de fondo (con una media de edad de 36 años) bebieron 26 onzas de zumo de cereza al día durante una semana antes de una media maratón. En comparación con los que recibieron un placebo (agua con sabor a cereza), los que bebieron zumo de cereza experimentaron un 68% menos de agujetas. ¿A qué se debe? La vitamina C y las antocianinas de las cerezas pueden ayudar a aliviar la inflamación y reducir la hinchazón que contribuye a las agujetas. No hace falta ser un superatleta para disfrutar de los beneficios de las cerezas: al contrarrestar la inflamación crónica, los compuestos de las cerezas también podrían ayudar a reducir el riesgo de enfermedades.
Estudios anteriores indican que el jengibre también podría ayudar a inhibir las enzimas inflamatorias COX. Otras investigaciones sugieren que los compuestos de las verduras crucíferas (por ejemplo, brócoli, coliflor, coles de Bruselas) pueden actuar de la misma manera. ¿Le apetece tomar una pastilla? Los investigadores de Tufts descubrieron que los suplementos de glucosamina disponibles en el mercado contenían muy poca cantidad de este compuesto como para ser beneficiosos, mientras que los suplementos antioxidantes podrían bloquear algunos de los beneficios del ejercicio.
Publicado el 5 de noviembre de 2012
