Un mito común persiste cuando se trata de la popular piña: comer esta fruta puede ayudarle automáticamente a perder peso rápidamente. Pero, ¿es realmente cierto que la piña potencia la quema de grasas? Resolvemos el misterio de este supuesto "quemagrasas".

La enzima como panacea

La creencia de que la piña supuestamente acelera la quema de grasas se remonta a los efectos de la bromelina. Esta enzima, presente principalmente en el fruto inmaduro y en el tallo, "digiere" la proteína de la leche y otras proteínas, lo que tiene un efecto beneficioso sobre la digestión. Al parecer, también se dice que la bromelina quema grasa de esta forma. Por desgracia, el mito es demasiado bueno para ser cierto. La bromelina se descompone rápidamente en el organismo tras su consumo y se dispersa en el intestino. Por lo tanto, ya está inactiva antes de que pueda empezar a hacer efecto en el tejido adiposo.

A pesar de todo, la piña tiene nuestro visto bueno

Incluso si no quema grasa mágicamente, sigue siendo una fruta fantásticamente saludable, ¡que deberíamos picar tan a menudo como sea posible! Es baja en calorías, tiene un alto contenido en agua y nos aporta numerosas vitaminas y minerales. Independientemente de si se quiere adelgazar o no, una alimentación variada con mucha fruta y verdura es la base de una buena nutrición. Por lo tanto, debemos olvidarnos de las dietas de choque o de los "fat killers" rápidos cuando se trata de comidas agradables.

Un aplauso para la piña

Su equipo Dole