Las sales gourmet de roca o de mar, a veces con fuentes exóticas (por ejemplo, Himalaya, Islas Caimán) y atractivos colores pastel, se han convertido en el nuevo ingrediente de moda. Mientras los chefs ponen el acento en potenciar el sabor, algunos proveedores de sal marina hacen ambiciosas afirmaciones sobre la salud, prometiendo que su producto reducirá los signos del envejecimiento, favorecerá la libido y promoverá el equilibrio adecuado del pH en las células cerebrales. Los consumidores responden: El mercado de la sal marina creció un 67% anual entre 2007 y 2010. De hecho, un estudio británico reveló que una cuarta parte de los consumidores creía que la sal marina era más sana que la sal de mesa, y casi la mitad pensaba que valía la pena pagar más por ella. Pero como ese precio puede llegar a ser 22 veces superior al de la sal de mesa (por ejemplo, una de las marcas más caras cuesta 125 dólares la libra), nos preguntamos:
La creencia en la salubridad de la sal marina se basa en la premisa de que contiene nutrientes "naturales" y más minerales que la sal de mesa. Si bien esto puede ser técnicamente cierto, las cantidades son tan minúsculas que carecen de sentido en el organismo - o los minerales son tan arcanos que no tienen ningún beneficio conocido para la salud. Por ejemplo, un análisis de una popular sal marina descubrió que un cuarto de cucharadita aportaba un 0,128% de calcio, un 0,012% de hierro y un 0,227% de potasio. También aporta cantidades infinitesimales de estroncio, rubidio y erbio, por si sirve de algo.Mucho más relevante es el hecho de que, a diferencia de la sal de mesa, la sal marina no está fortificada con yodo, que favorece la salud de la tiroides. La carencia de yodo durante el embarazo es la causa más común de retraso en el crecimiento en todo el mundo.
Las ventajas de la sal marina para la salud son fantasiosas, pero los riesgos de un exceso de sodio son reales. Tanto la sal gourmet como la de mesa contienen la misma cantidad de sodio, pero el peligro es que los beneficios imaginarios de la sal marina animen a la gente a consumirla aún más. La mayoría de la gente ya consume hasta 3 veces más de los 1.500 miligramos de sodio que el cuerpo necesita al día, por lo que aumentar esa ingesta es una forma muy cara de aumentar el riesgo de hipertensión, infartos y cardiopatías. De hecho, la Academy of Nutrition and Dietetics (antes American Dietetic Association) afirma que reducir la ingesta de sal en tan sólo un 15% podría traducirse en 9 millones menos de muertes causadas por las complicaciones derivadas de la hipertensión. Así que ahorre su dinero - y su salud - renunciando a las sales gourmet de lujo en favor de hierbas, especias y otros saborizantes bajos en sodio.
Bonus: ¿Sabía que una dieta alta en sodio podría debilitar los huesos? Un estudio descubrió una pérdida de calcio un 17% mayor entre aquellos con los consumos de sal más elevados.
Publicado el 1 de febrero de 2012
