Las temperaturas cálidas se traducen en un aumento de la tensión arterial, lo que agrava la hipertensión que afecta a un tercio de la población adulta. Afortunadamente, un favorito de temporada puede ayudar: El gazpacho consumido con regularidad puede ayudar a equilibrar la presión arterial.
En el transcurso de un estudio de 5 años de casi 4.000 ancianos, los que consumían más gazpacho (más de 1/2 taza a la semana) tenían un 27% menos de probabilidades de padecer hipertensión. ¿A qué se debe esto? La base de ingredientes del gazpacho -tomates, pepinos, pimientos, cebollas y ajo- constituye una potente mezcla de carotenoides antioxidantes como el licopeno y el betacaroteno, que pueden ayudar a reducir la inflamación y la presión arterial.
El alto contenido en verduras también puede ayudar de otras formas: Investigadores británicos descubrieron que quienes obtienen más proteínas de fuentes vegetales disfrutan de una presión arterial más baja que quienes comen más carne. Otra ventaja: las sopas de todo tipo pueden ayudarle a controlar su peso, un factor clave para mantener la tensión arterial bajo control. Los estudios demuestran que la sopa puede saciar, aunque se consuman menos calorías. La densidad de nutrientes de la sopa también puede traducirse en una mayor saciedad; al darle a tu cuerpo la nutrición que necesita, el cerebro recibe la señal de que has comido lo suficiente.
Publicado el 1 de agosto de 2013
