
Inténtalo... Diez veces
Exposición + Educación = Disposición a probar algo nuevo
¿Cuándo fue la última vez que probaste un alimento nuevo? Te gustó la primera vez que lo probaste? No sería sorprendente que la respuesta fuera "no". Ahora, piense en un niño en edad preescolar o en un niño pequeño. ¿Cuántas veces has tenido que ofrecerles alimentos nuevos antes de que les gustaran? Hoy en día, es muy habitual que los padres sólo ofrezcan un alimento "nuevo" una o dos veces antes de volver a los alimentos generalmente aceptados en la casa. Aunque la paciencia no siempre sea una virtud, es una que se ha demostrado a lo largo del tiempo.
¡TEN!
Diez es el número de exposiciones de un nuevo alimento, el mooli (rábano blanco), a preescolares que hicieron falta para aumentar la probabilidad de que comieran unos 10 gramos (o cerca de 2,5 cucharaditas). En un estudio publicado en Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, se ofreció mooli una vez a la semana durante diez semanas a un grupo de preescolares que se dividieron en varios grupos para su comparación: un grupo de exposición al sabor, un grupo de educación nutricional y un grupo combinado. El grupo de exposición al sabor obtuvo la mayor probabilidad de consumo, incluso superior a la del grupo de educación nutricional más exposición al sabor. Y aunque los resultados del grupo de exposición al sabor sólo supusieron aproximadamente el 5% de la ingesta diaria recomendada de un niño ese día, se trata sin duda de un éxito, ya que en el proceso se desarrolló una apreciación por un nuevo alimento.
La exposición repetida al sabor es clave, pero también es valiosa la educación nutricional, especialmente a una edad temprana. Cuanto más se involucre a los niños en la elección de los alimentos, su preparación y la simple comprensión de cómo un alimento puede beneficiar al organismo, más útil resultará. Desde el seguimiento de los colores del arco iris con los tentempiés, pasando por datos alimentarios divertidos, hasta la creación de recetas personalizadas de tostadas, estamos aquí para todo.
Así que, para todos los padres que están en el autobús de "mi hijo no prueba nada", confíen en el proceso de prueba y error y sigan adelante, ya que realmente se necesitan muchas formas de exposición para que un niño pruebe cosas nuevas. Aunque pueda parecer un derroche durante el proceso, cuanto más podamos exponer nuevos alimentos a menudo, especialmente a los niños más pequeños, mayor será el retorno de la inversión para el futuro.
¡Oye, quizás tú como padre incluso encuentres algo nuevo que probar, como el mooli!
Publicado en octubre de 2020