¿Tentado de probar algunos de los tacones de plataforma más atrevidos (y precarios) de la temporada? Entonces cárgate de acelgas. En serio. Esta verdura vibrante, incluso con los colores del arco iris, es la mejor fuente de hojas verdes de hierro y manganeso, que desempeñan un papel clave en el control del equilibrio, cada vez más importante a medida que envejecemos.
El manganeso es una maravilla mineral, particularmente hábil para sustituir a otros minerales en caso de apuro, como un suplente, preparado para asumir el papel de un actor ausente. Esta maravillosa capacidad de improvisación puede ayudar a que el espectáculo (de salud) continúe, por así decirlo - pero cuando las reservas de manganeso son saqueadas, otras funciones dependientes del manganeso (como la curación y el equilibrio) pueden sufrir. Los científicos de Harvard examinaron los efectos de esta interacción en un estudio básico que comparó la ingesta de minerales con el equilibrio y la coordinación. Descubrieron que la deficiencia de hierro provocaba un aumento del 77% de la captación de manganeso en varias regiones cerebrales de control motor de las ratas. Esta compensación agotó las reservas de manganeso, provocando un descenso del 26% en la capacidad de equilibrio. Cuando se añadió manganeso adicional a la dieta, el equilibrio mejoró en un 33%.
Aunque se necesita más investigación para confirmar efectos similares en los seres humanos, hay muchas otras razones para aumentar la ingesta de gloriosas acelgas. Una taza cocida no sólo aporta un 22% de hierro y un 29% de manganeso, sino que también contiene un 214% de vitamina A, un 53% de vitamina C y la friolera de un 716% de vitamina K. El 15% de fibra diaria que aportan las acelgas -por sólo 35 calorías- también podría contribuir al equilibrio evitando los kilos de más: Investigaciones recientes relacionan la obesidad con un 50% más de riesgo de caídas.
Publicado el 1 de agosto de 2012
