Un resumen de productos de temporada

Cuando la calabaza especiada TODO llega a las estanterías de los supermercados, ya sabes el otoño está a la vuelta de la esquina. Una estación sinónimo de generosidad, cosecha y abundancia, con mucho que ofrecer. Desde tubérculos y calabazas de invierno hasta verduras sustanciosas y bayas ácidas, ¿es de extrañar que los menús de Acción de Gracias ofrezcan platos tan variados?

Verduras de raíz: Zanahorias y su prima, chirivías son maravillosas en esta época del año. Tienen una forma parecida, pero las chirivías son blancas y tienen un sabor más fuerte, a menudo descrito como a nuez o especiado. Después de las primeras heladas, este tipo de tubérculos conservan sus azúcares para pasar el invierno, lo que las convierte en un plato delicioso. ¿Sabías que las chirivías se pueden dejar en el suelo durante el invierno, incluso congeladas, sin que se estropeen? Son una buena fuente de fibra, vitamina C, folato y potasio y se pueden asar, hervir, saltear o cocer al vapor.

Calabaza de invierno: Una de las mejores cosas de la calabaza de invierno - piensa en bellota, butternut, calabaza y espagueti - es que durarán bastante tiempo en tu despensa sin refrigeración. Tienen una piel gruesa (a diferencia de la calabaza de verano) y ofrecen nutrientes como betacaroteno, vitamina C y fibra. Los espaguetis, en particular, son una gran opción para quienes vigilan su consumo de carbohidratos. Una taza de calabaza cocida tiene poco más de 40 calorías y sólo 10 g de hidratos de carbono. Se puede disfrutar con salsa de tomate o mezclada con linguini para un plato más tradicional parecido a la pasta.

Arándano rojo: El arándano rojo, antiguamente llamado "baya de la grulla" por su parecido con la grulla cenicienta, se recolecta cada otoño inundando los pantanos para poder recogerlo rápidamente. Esta pequeña fruta roja es rica en flavonoides y se ha estudiado por su posible papel en la reducción del riesgo de Alzheimer. Se sabe que tiene un sabor ácido característico, excelente para mermeladas, zumo y salsa.

Manzanas: Las manzanas son una fruta otoñal por excelencia. Son dulces y portátiles, se conservan bien en el frigorífico durante semanas y las investigaciones han demostrado que pueden retrasar la artritis, favorecen el crecimiento muscular y ayudan a mantener a raya los niveles de colesterol. Las manzanas también combinan bien tanto con frutas como con verduras, lo que las convierte en un ingrediente otoñal imprescindible y son estupendas cortadas en ensaladas. Pruébalas con plátanos en este Crujiente de manzana de otoño con salsa cremosa de plátano.

Para un plato que aprovecha lo que la temporada tiene que ofrecer prueba nuestro Gratado de verduras y col rizada. Nuestra versión de este plato clásico lleva capas de calabaza, boniato, zanahorias, chirivías y coles de Bruselas. ¡Está repleto de sabores otoñales en cada bocado!

Publicado en noviembre de 2020